Por Nacho Fittipaldi
Recientemente apareció en Revista Anfibia un test que mide el
nivel de peronismo en sangre. Convencido de mi fe, me sumergí en ese juego y
alta fue mi sorpresa cuando el resultado me dio un escaso 69% de peronismo en
sangre. Me quedé con la sensación de que algo andaba mal, no por mi baja
performance, mas bien por lo que había sentido al hacerlo. Tuve esa incomodidad
de cuando te cobran por demás, de cuando el del kiosko no tiene cambio y te
dice <<¿te jode si te quedo debiendo cincuenta centavos?>>, de
cuando te roban el celular en el micro y vos no te das cuenta en el momento
pero presentís que alguien te afanó. Yo me sentía afanado en mi pertenencia.
Volví al test y lo re-hice, no marqué las opciones de vuelta sino que
mentalmente repasaba mis respuestas y me daba cuenta que mis elecciones no eran
negociables. Entonces comencé a analizar las opciones y ahí encontré al ladrón.
El ladrón es el que diseñó las consignas y sus opciones posibles.
La cosa es así. Si yo le pregunto a una persona cualquiera dónde
desea veranear, esa persona dirá un lugar posible, a su libre elección y deseo:
Carlos Paz, París, Mar del Plata, Iguazú, Santa Teresita, Salta, Quito, Rio de
Janeiro, Las Toninas, Cariló, etc. Ahora, si yo pregunto: “Como peronista que
sos, dónde veranearías” eso condiciona la respuesta a sabiendas de que el sustrato
anti-peronista ve con malos ojos que el peronismo veranee en París, o en
Cariló, por dar solo dos ejemplos antiperonistas. Además, el peronismo no puede
veranear en Paris, ni material, ni simbólicamente. El test parte de consignas
que no son estrictamente políticas, sino mas bien sociales, culturales y simbólicas.
Por lo tanto todo el tiempo uno se bandea entre lo que desearía, lo que
efectivamente hace, y lo que lo salva de la espada anti-peronista. Cuando Perón
mudó a Mar del Plata y Chapadmalal el turismo de los trabajadores, el odio de
la clase alta se esparció como un gas pimienta. Cuando Hugo Moyano manifestó su
interés de hacer un hotel en Punta del Este para camioneros, supongo que los
precios de las propiedades “en el Este” cayeron en picada. Fue una amenaza,
muchachos. Este test provoca una sangría en la tensión existente entre
peronismo y kirchnerismo. De tal forma que ante la opción <<¿Qué pones en
la parrilla cuando haces un asado?>> uno tiene que elegir entre:
1 - Mollejas, entraña y vacio
2 - Chorizo y asado de tira
3 - Mix de verduras y pollo sin piel
Es evidente que quien elija la opción tres no es peronista, un
peronista no puede comer pollo sin piel ni mix de verduras, excepto que esté
constipado; ningún argentino puede comer pollo sin piel a la parrilla, es como
comer sándwich de arena. La opción dos es infrecuente, falta algo, algo mas
para acompañar el asado, otro corte, sabido es que la tira de asado trae poca
carne y mucho hueso. No rinde. Queda la opción uno que es la menos peronista
porque es abundante y cara. Las mollejas valen más que el dólar blue, la
entraña es un corte que está de moda, se puso de moda durante la década ganada,
y también cuesta bastante dinero. Se sirve como plato gourmet en Palermo y Las
Cañitas. Quien elija la opción tres estará sujeto a ser señalado como kirchnerista
pero no como peronista. El test no arroja resultados sobre kirchnerismo pero es
lo que esconde.
Otra consigna es <<¿Dónde te sentís más cómodo haciendo
compras?>> Las opciones son:
1-
Un
shopping
2-
Una
feria americana
3-
Un
outlet
Otra vez las opciones son capciosas, solapadas. ¿Quién puede
sentirse cómo comprando en una americana o un outlet? Se va ahí por necesidad o
estrategia pero no por comodidad o deseo. Uno quiere comprar en un lugar lindo,
con opciones, con variedad de precios y calidades, uno no elige comprar ropa
usada o de segunda. Entonces la opción del shopping es la más sensata pero la
menos peronistas. Estos hijos de puta nos volvieron a cagar. ¿Se dan cuenta de
la trampa? Para ser peronista hay que elegir lo feo, lo barato, lo incómodo, lo
cursi, lo grasa.
El test todo el tiempo da estas falsas opciones que hacen que
uno se vaya por el lado de la angustia. ¿Qué soy? ¿Qué creerán que soy? ¿Qué
dirán que soy estos hijos de un malón de putas? El test está hecho para que
nadie saque el 100% de peronismo en sangre, para que nadie se sienta cómodo en
su sitial, para que nadie se sienta peronista luego de hacer el test, y siempre
quede la sensación de que nunca alcanza. De que no alcanza con parecerlo, hay
que serlo. Y serlo es el peor lugar.
Acá el test http://www.revistaanfibia.com/test-peronista/
1 comentario:
muy bueno
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