21 oct 2015

Choreo de identidad peronista



Por Nacho Fittipaldi

Recientemente apareció en Revista Anfibia un test que mide el nivel de peronismo en sangre. Convencido de mi fe, me sumergí en ese juego y alta fue mi sorpresa cuando el resultado me dio un escaso 69% de peronismo en sangre. Me quedé con la sensación de que algo andaba mal, no por mi baja performance, mas bien por lo que había sentido al hacerlo. Tuve esa incomodidad de cuando te cobran por demás, de cuando el del kiosko no tiene cambio y te dice <<¿te jode si te quedo debiendo cincuenta centavos?>>, de cuando te roban el celular en el micro y vos no te das cuenta en el momento pero presentís que alguien te afanó. Yo me sentía afanado en mi pertenencia. Volví al test y lo re-hice, no marqué las opciones de vuelta sino que mentalmente repasaba mis respuestas y me daba cuenta que mis elecciones no eran negociables. Entonces comencé a analizar las opciones y ahí encontré al ladrón. El ladrón es el que diseñó las consignas y sus opciones posibles.
La cosa es así. Si yo le pregunto a una persona cualquiera dónde desea veranear, esa persona dirá un lugar posible, a su libre elección y deseo: Carlos Paz, París, Mar del Plata, Iguazú, Santa Teresita, Salta, Quito, Rio de Janeiro, Las Toninas, Cariló, etc. Ahora, si yo pregunto: “Como peronista que sos, dónde veranearías” eso condiciona la respuesta a sabiendas de que el sustrato anti-peronista ve con malos ojos que el peronismo veranee en París, o en Cariló, por dar solo dos ejemplos antiperonistas. Además, el peronismo no puede veranear en Paris, ni material, ni simbólicamente. El test parte de consignas que no son estrictamente políticas, sino mas bien sociales, culturales y simbólicas. Por lo tanto todo el tiempo uno se bandea entre lo que desearía, lo que efectivamente hace, y lo que lo salva de la espada anti-peronista. Cuando Perón mudó a Mar del Plata y Chapadmalal el turismo de los trabajadores, el odio de la clase alta se esparció como un gas pimienta. Cuando Hugo Moyano manifestó su interés de hacer un hotel en Punta del Este para camioneros, supongo que los precios de las propiedades “en el Este” cayeron en picada. Fue una amenaza, muchachos. Este test provoca una sangría en la tensión existente entre peronismo y kirchnerismo. De tal forma que ante la opción <<¿Qué pones en la parrilla cuando haces un asado?>> uno tiene que elegir entre:
1 - Mollejas, entraña y vacio
2 - Chorizo y asado de tira
3 - Mix de verduras y pollo sin piel
Es evidente que quien elija la opción tres no es peronista, un peronista no puede comer pollo sin piel ni mix de verduras, excepto que esté constipado; ningún argentino puede comer pollo sin piel a la parrilla, es como comer sándwich de arena. La opción dos es infrecuente, falta algo, algo mas para acompañar el asado, otro corte, sabido es que la tira de asado trae poca carne y mucho hueso. No rinde. Queda la opción uno que es la menos peronista porque es abundante y cara. Las mollejas valen más que el dólar blue, la entraña es un corte que está de moda, se puso de moda durante la década ganada, y también cuesta bastante dinero. Se sirve como plato gourmet en Palermo y Las Cañitas. Quien elija la opción tres estará sujeto a ser señalado como kirchnerista pero no como peronista. El test no arroja resultados sobre kirchnerismo pero es lo que esconde.
Otra consigna es <<¿Dónde te sentís más cómodo haciendo compras?>> Las opciones son:
1-      Un shopping
2-      Una feria americana
3-      Un outlet
Otra vez las opciones son capciosas, solapadas. ¿Quién puede sentirse cómo comprando en una americana o un outlet? Se va ahí por necesidad o estrategia pero no por comodidad o deseo. Uno quiere comprar en un lugar lindo, con opciones, con variedad de precios y calidades, uno no elige comprar ropa usada o de segunda. Entonces la opción del shopping es la más sensata pero la menos peronistas. Estos hijos de puta nos volvieron a cagar. ¿Se dan cuenta de la trampa? Para ser peronista hay que elegir lo feo, lo barato, lo incómodo, lo cursi, lo grasa.

El test todo el tiempo da estas falsas opciones que hacen que uno se vaya por el lado de la angustia. ¿Qué soy? ¿Qué creerán que soy? ¿Qué dirán que soy estos hijos de un malón de putas? El test está hecho para que nadie saque el 100% de peronismo en sangre, para que nadie se sienta cómodo en su sitial, para que nadie se sienta peronista luego de hacer el test, y siempre quede la sensación de que nunca alcanza. De que no alcanza con parecerlo, hay que serlo. Y serlo es el peor lugar.  

Acá el test http://www.revistaanfibia.com/test-peronista/