22 mar 2017

Marcha blanca

Por Nacho Fittipaldi

Escribo desde la emoción y desde un plano en el que los sentimientos y la mirada crítica, hija de mi formación, me atraviesan de manera múltiple y variada. Lo hago desde un lugar de cierta comodidad, sin apremios económicos, casi sin riesgos laborales. Soy privilegiado.
Salir a la calle se convirtió en costumbre durante estos últimos años, desde el 2016 salir a la calle fue sinónimo de protesta. Hoy salir fue sinónimo de desagravio.
El presidente y la gobernadora agredieron un símbolo emblemático, su pelea será ardua. Hoy en la manifestación vi mucha gente alegre, lejos del enojo que, descuento existe, vi alegría. También por eso es necesario salir, quejarse, putear, marcar la cancha y sus límites forman parte de la terapia. Vi docentes y alumnos, padres y jubilados. Docentes jubilados ya, con cara de <<con nosotros no>> Y había sueltos, gente que iba y venía. La marcha nunca es estática. El flujo de gente es continuo. Como pocas veces vi carteles así de originales; pancartas, afiches, remeras caseras, pintadas, de todo vi. Estaban los ya clásicos vendedores de remeras, los de hamburguesas, gaseosas y choris. Gente que vende cosas insólitas, lo que puede. Vi automovilistas poco enojados con las manifestantes tocando bocina en señal de respaldo. Pregunta: ¿Por qué Rodríguez Larreta no ordenó cortar las calles para que las columnas que ingresaban por 9 de Julio, Diagonal Norte y Sur no se toparan con los autos que quedarían allí por horas?
El presidente y la gobernadora agredieron un símbolo emblemático, su pelea será ardua. Hoy en la manifestación vi mucha gente alegre, lejos del enojo que, descuento existe, vi alegría. También por eso es necesario salir, quejarse, putear, marcar la cancha y sus límites forman parte de la terapia. Vi docentes y alumnos, padres y jubilados. Docentes jubilados ya, con cara de <<con nosotros no>> Y había sueltos, gente que iba y venía. La marcha nunca es estática. El flujo de gente es continuo. Como pocas veces vi carteles así de originales; pancartas, afiches, remeras caseras, pintadas, de todo vi. Estaban los ya clásicos vendedores de remeras, los de hamburguesas, gaseosas y choris. Gente que vende cosas insólitas, lo que puede. Vi automovilistas poco enojados con las manifestantes tocando bocina en señal de respaldo. Pregunta: ¿Por qué Rodríguez Larreta no ordenó cortar las calles para que las columnas que ingresaban por 9 de Julio, Diagonal Norte y Sur no se toparan con los autos que quedarían allí por horas?

El agravio es doloroso pero además debe encender una señal de alarma. Macri no cree en la educación pública no porque sea, supuestamente, ineficiente e ineficaz según los datos de la prueba  Aprender. No está pensando en aquellos que efectivamente no pueden pagar una cuota, para ellos habrá peores noticias. Macri necesita una educación que esté a tono con la re primarización de la economía y con la idea de convertir a la argentina en un enclave geográfico de producción a bajo costo. Necesita que la educación este a disposición de tan indecible fin.
Sobreponerse a la humillación de Macri y Vidal implica un acto de grandeza por parte de padres, alumnos y docentes. El acto de grandeza se produjo hoy. Manifestarse hoy, con la heterogeneidad demostrada, implicó hacer visible lo que hasta ahora solo recaía en Baradel. La ignorancia del presidente y sus socios son una ignominia. El gobierno nacional lo es. Frente a eso hay un colectivo que reivindica conquistas históricas que Macri desconoce profundamente. ¿Cómo se compatibiliza eso, esa disociación entre el presidente y su pueblo? No lo sé. Ese conflicto se está jugando y desatando, este tipo de agravios son mucho más profundos y complejos que lanzar un conjunto de insultos vagos e inexactos al kirchnerismo. Ese esquema es más sencillo aunque también parece haber perdido eficacia. Meterse con la educación pública es ir al hueso de la clase media y por lo tanto al hueso de la historia de la lucha de clases en Argentina.  Entonces las plazas se llenan de docentes y de pibes, de slogan tan eficaces como <<conozco varios nobeles salidos de la educación pública. No conozco a nadie tan bruto salido de una escuela privada como Ud. señor presidente>> Efectivos y breves. U otro que decía, <<Macri, caete en la educación pública que en un año te enseño a leer de corrido>> Pero además hay algo muy significativo que está en el seno de esta cuestión, todos los que nos criamos escuchando que la educación pública es de calidad e inclusiva, que es un derecho, nunca le decimos lo contrario a nuestros hijos. Jamás le enseñamos lo contrario a nuestros alumnos. En cualquier escuela en donde haya habido un desaparecido o un asesinado, o simplemente buena leche, se sabe que los desaparecidos son 30.000. Entonces llega una columna de docentes cuya primera fila luce unos doce guardapolvos blancos con los nombres, la fecha y la cara dibujada de los desaparecidos correspondientes a la seccional de un sindicato determinado. Se me estruja el corazón. Sé que el 24 marcharemos con mis hijos y mi compañera en memoria de aquellos y siento asco por quienes intentan estropear el proceso de construcción colectiva de la memoria.

Veo todos estos pibes que dicen que ellos son la educación pública aunque la operación de prensa sea asimilar eso con algo desdeñable, de baja calidad y solo para aquellos que el mercado nos les permitir ingresar a la educación privada. Es como levantar la mano y decir <<soy un negro de mierda que no puede pagar una privada>> y son millones señor presidente, sépalo, infórmese. Al menos para saber de qué tamaño es la lucha que se propone librar. Sepa también que para dar grandes batallas hacen falta hombres y mujeres con grandeza de espíritu y no veo, honestamente, por dónde le quepa esta cuestión. Disculpas.

Hace unos meses, bromeando, alguien me preguntó, <<¿qué harías si fueras ministro de educación de la nación?>> y respondí que no sabía, que lo único que tenía claro era que replicaría a nivel nacional la mayor cantidad de escuelas de arte posible y pondría tantas orquestas escuela como me fuera permitido. Pensando que la educación tiene que generar sujetos libres y creativos y que esa es la mejor herramienta que un pibe pueda tener. Hoy viendo lo que estos cosos se proponen, de dónde vienen y cómo hablan, lo brutos y crueles que son, vuelvo a regocijarme en mi imposible idea y sueño con eso a diario como alguna vez alguien habrá soñado en una manifestación como la de hoy.

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