9 feb 2012

Crónica desde Tayrona y Minca


Por Nacho Fittipaldi

Tayrona es un Parque Nacional de 19 mil hectareas, 4 mil son marinas. El parque esta ubicado a una hora y media de Taganga y está en medio de la selva, el mar caribe baña sus costas salvajes. Para llegar hasta el parque tomamos una buceta que es conducida por José. José maneja como el orto y cuenta que en Santa Marta (Taganga y Tayrona estan en esa provincia) ha muerto Simon Bolivar. Yo pienso que si él no coordina mejor la maniobra de sobrepasar un camion y acelerar al mismo tiempo, las 19 personas que vamos en la buceta correremos la misma suerte que Bolivar. Para llegar hasta el campamento hay una caminata de dos horas, su dificultad es media, la complejidad viene de la humedad y del calor y no tanto de las subidas o bajadas que el camino tiene. El camino es un camino hecho por mulas que son las que acarrean los insumos necesarios para abastecer a las gentes que alli acampan. El paisaje es imponente, los árboles son de una enormidad implacable, las lianas se cruzan de un árbol a otro y las hormigotas cruzan horizontalmente el sendero por el que trafican hojas. A la derecha del camino siempre esta el mar, mas violento en algunas playas, hay una en la que el cartel de precaucion anuncia que 200 personas han muerto alli, mas tranquilo en otras. El punto mas turistico es el Cabo San Juan. Alli parece que alguien ha hecho una obra bien compleja de la naturaleza. Las palmeras son incontables, cada palmera pueda cobijar 60 cocos segun he llegado a contar, los cocos caen al suelo y las gentes los comen o se empecinan en hacer caer los cocos a la arena, tarea muchisimo mas compleja de lo previsible y poco en relacion a la dificultad de abrir un coco si uno no lleva un machete consigo. Entonces es comun ir por la playa y ver que la gente mira hacia arriba del cocotero, y no es que hayan visto un mono, estan tratando de entrarle al asunto. Tayrona tiene playas muy salvajes, los cocos que no se comen se echan a perder y las hojas de las palmeras que caen lo mismo quedan alli durante la consecucion de tiempo, segundo a segundo, durante años las cosas van quedando indefinidamene alli y la impresion es de una mugre natural que no estorba. Una playa que semeja la  de Lost.

Las bahias también son incontables y de diversos tamaños, varian así los colores del mar segun la cantidad de piedra que haya bajo el agua, la profundidad y la vegetacion de sus alrededores. Aqui las bahias se forman por enormes piedras redondeadas y no por una formacion montañosa como en Taganga. A 300 metros de la costa hay una escollera natural, una barrera de piedra donde se cortan las olas que se venian formando, esa escollera se ve desde la costa y luego de ella el agua llega calma a la playa. Si el mar bajara, uno podria caminar kilometros sobre ella. Jamas imagine que eso podia existir, la espuma persiste alli, con la insistencia de lo necio. Las piedras asumen un tamaño colosal y es su color lo que tambien remite a otras formas lunares que yo habia identificado en los corales submarinos. De noche la luna ilumina todo el campamento, aqui el sol tambien se pone a las 18 Hs pero de noche la luz de la luna es suficiente para caminar por la playa sin necesidad de linterna, el viento del mar mece las hojas de las palmeras, estamos a unos 40 metros de mar y la humedad se siente en nuestras ropas, estamos de manga corta y en la carpa solo nos tapamos con un pareo y una toalla. Al sacar la cabeza por la puerta de la carpa quedamos boca arriba mirando el cielo espejado en mar, la brisa continua meneandolo todo, por entre las hojas de las palmeras la luna cuela su luz blanquecina, son miles de palmeras que ahora ven modificadas su fisonomia por el viento y porque la luz de la luna las ha teñido de un plateado de fiesta nocturna. Nosotros miramos al cielo que es donde uno mira para agradecer o cuando busca explicaciones de algo que no llega a comprender.

MINCA

Beto parece ser el tipo que menos sabe de si mismo o el tipo que menos relacion guarda con el lugar en donde vive. Beto tiene 18 años, usa gorra con viscera, el pelo le cubre la frente y él se lo lleva de izquierda a derecha haciendolo bajar por entre su ojo y sus patillas, Beto va de jeans elastizados y hojotas. Beto es flogger. En un pueblo que ostenta el rotulo de sitio organico de la humanidad, productor de cafe, tierra de agricultores que trabajan la tierra, tierra de humedad y de mosquitas hijas de puta que pican como la reputa madre, Beto esta en problemas.
Minca esta a unas dos horas de Taganaga, no hacia el Mar Caribe, si no hacia la zona de la Sierra Nevada. Es el cordon montañoso mas alto del mundo (5235 Mts) en relacion a su cercania al mar. Minca es un pueblo que no tiene ni plaza ni iglesia a simple vista, no tiene nada y tan hermosa es; pero tiene una particularidad, aqui hay un rio de agua transparente, no potable, que se origina en un liquido que despide un arbol que solo crece aqui. Beto no tiene mucha idea de esto y no puede decir nada acerca de otras tantas cosas. Las hojotas de Beto se contraponen a lo que nos han recomendado. A las dos pibas que van con nosotros y a nosotros nos han recomendado llevar calzado para una caminata que sera de siete horas, muy dura, (nosotros no lo sabiamos) y que serpenteara a la vera de un rio y que implica tambien meterse con el agua a la cintura para poder sobrepasar algunos escollos del camino. Aqui tambien los arboles son altisimos, el sol se ve poco y el ruido del rio en las pequeñas caidas que va teniendo, se transforma en una compania que da la sensacion de que una batalla se esta librando precipicio abajo. Luego se incorporan con nosotros a la caminata dos finlandeses; su piel es blanca, sus ojos celestes, su edad es medio indescifrable y su silencio tan complice, no dicen nada, él habla un ingles tan cortado que yo puedo entenderlo, ella no habla ingles o muy póco, supongo que sabe ingles pero no habla nada, tampo habla finlandes, su marido y ella almorzaran sin dirigirse la palabra, si entre ellos no hay comunicacion imaginen la relacion entre ellos y Beto. Beto se jacta, en una rafaga de oralidad, de estar dedicado a turistas extranjeros, Beto no habla ingles ni colombiano al parecer. Beto es flogger. Los alemanes hablan de Hitler todo el tiempo, los ingleses hablan de Maradona, los italianos hablan de pastas, de Ferrari, del Papa y del aceite de oliva. Los francese hablan de la Revolucion Francesa y los españoles de Nadal. ¿Y los finlandeses? No hablan de nada porque no tienen nada de qué hablar. Lo unico que tienen es ese director de cine, Aki Kaurismaki, que solo en Argentina tiene exito y de los 30 grados bajo cero que estan haciendo ahora en Finlandia segun ha dicho este tipo que camina, camina y camina, como un burrito cuyano del pais con mayor calidad de vida del mundo. El calor es sofocante. La finlandesa viste pantalon largo, zapatillas de futting Nike y campera de lluvia color verde agua (como la de mi papá pero mucho mas cara), y sombrero. Él viste bermudas, remera de manga corta, y zandalias Merrell. Cuando llegamos a la olla natural de agua para darnos un baño bien frio y reparador, él se saca el pantalon, se pone en pelotas adelante nuestro y de una familia chilena para Pao (colombiana para mi) con tres nenes y se tapa con una toallita de mano que no llega a tapar mucho. Todos nos miramos sorprendidos pero sabemos que Beto no esta en condicones de dirigir un grupo humano.

Minca es hemosa y enorme en sus montañas, aqui hay cañaberales de caña de Bambú, y si bien no hay osos panda, esas cañas asumen una hermosura compleja de cifrar. Minca sube y baja todo el tiempo entre montañas que rondan los 3 mil metros de altura, el sol pica y un jugo de mora en medio de la nada tiene su luagr en mi corazon, tambien unas ardillas coloradas de lo mas escurridizas, o un tucan que se dejo ver a lo lejos y que ya se fue.

IRSE DE TAGANGA
Al irnos de Taganga decido cruzar la bahia nadando, despues de estar un rato al sol, de tomar mate en la playa con esa agua estanca, me meto en este mar que esta mas caliente que la semana que se fue. A 200 metros de la costa la profundidad es la suficiente para que el fondo sea solo una oscuriad verdosa. El sol entra de costado y yo veo mis manos bajo el agua, la luz genera un efecto raro en la profundidad cabernosa. Por momentos me asusta la idea de chocar contra las piedras que no son mas que ese efecto luminico, entre el sol penetrando de costado y el agua que se dirige a la costa. Luego un jugo de piña y lulo en la playa, luego un beso y un abrazo prometiendonos amor y muchos mas viajes. La idea de volver, no necesariamente aqui, sí a esta instancia de viajar.
CARTAGENA
Hemos retornado a esta ciudad para volver a Arg. Ahora la ciudad nos resulta tan amable y querible. Sus calles, los puestos de fruta en cada esquina, los gritos de los colombianos, tan amables, tan adorables. En esta zona por la que hemos viajado hay algunas curiosidades. Por ejemplo, no hay agua caliente; en carpa, en hotel, en hostel aqui te bañas con agua fria, quieras o no. O los calls center. En Cartagena y en su calles hay algo de una originalidad tremenda, existen unos calls center a cielo abierto, esto consiste en unas cientos de señoras que sobre una mesa en la calle pone algunos celulares, los atan con  una piola a la mesa y cada quien va y paga para realizar su llamada. Entonces puede verse a tres personas hablando cada una por un celular atado a la mesa, ellos, uno al lado del otro, en una esquina de un quilombo infernal hablando por telefono todos a la vez. ¿No es genial?. Otra cosa curiosa son los portones de la zona de Getsemaní y Caramarí (recuerden que son los dos barrios que quedan dentro de la ciudad amuralla). Estos portones construidos durante el mil seicientos, como toda la ciudad, son de un porte enorme que puede alcanzar los tres metros de altura por dos de ancho, en ellos se pueden ver unos aldabones que son, ni mas ni menos, como llamadores, es decir una estructura de hierro que se golpeaba contra los portones para que, quien golpea sea atendido. Lo curioso es que aqui esos aldabones tienen un tamaño bastante grande, por ejemplo una iguana en tamaño real desde la que cuelga, pendiendo de su boca, una bola de hierro que es lo que pegara contra la madera colonial.

Tambien se pueden ver cabezas de leones o leopardos, o delfines u otras figuras; ademas de esto los portones tienen otra simbologia, en ellos se puede ver unos estoperoles, o sea, unas estructuras cilindricas amurados a la maderta y que originalmente fueron de bronce o de oro y que ahora son de madera. Los estoperoles parecen pequeños timbres, o tetas, que significaban la jerarquia de la familia en la sociedad de entonces y la cantidad de oro que esa familia tenia. En un porton se pueden ver 32 estoperoles, 58 en otro pero en general esa cantidad por porton. Hay un porton en donde se cuentan 180 estoperoles, es el porton de la catedral, ello quiere decir que en el 1600, la familia que mas oro y jerarquia tenia era la iglesia. Cartagena es de lo mas bello que se pueda ver, no alcanzan los pies para caminarla y la noche se ha ido sin que nosotros querramos ir. La brisa del mar corretea y se pierde por los callejones, otra vez los carruajes como mateos porteños, recorren la ciudad que poco a poco se va a descanzar, yo creo que este viaje ha sido muy hemoso, creo que es hora de decir gracias.
Gracias Pao por organizar todo a la perfeccion, gracias por ser mi compañera perfecta, gracias por los silencios medidos, por las risas  y por el amor y el humor, por burlarte de mi con tanta piedad, gracias por estar, gracias por resistirme, gracias por compartir cada rato a las tardes robadas y las bocanadas de amor por venir. Y  no te olvides, “Mañana en la batalla, piensa en mi”

6 feb 2012

Crónica desde Taganga

Por Nacho Fittipaldi
Taganga es un pueblito que esta ubicado a 300 Km de Cartagena. Pese a que viven aqui 6 mil personas, Taganga asume la fisonomia de un pueblo de 100. Es una bahia profunda, al pie de una montaña. Imagino dos colaboradores fundamentales para construirla. Han llamado a un griego y le han dicho "Debes construir algo parecido a Grecia" Entonces el hombre fue y clavo dos montañas laterales e hizo que el Mar Caribe ingrese a esa region formando una bahia. Taganga esta empotrada al mundo. Ademas echó un baldazo de agua y tinta azul, echo lavandina y ademas de todo convocaron a un japones y le dijeron. "Oye tu, deja ya de comer anguila y aletas de tiburon y plancha este mar como si fuera una prenda de vestir" Imagino que el ponja busco una de esas enormes planchas de tintoreria, esas que hay en cualquier tintoreria de una familia que se llame Nakandakare, y planchó este mar. El mar de Taganga no tiene olas y apenas una espuma breve se muestra a los turistas para ir a morir un metro y medio mas alla, donde la arena finalmente lo recibira para hacerlo morir ante todo el publico presente. En Taganga el viento viene de la montaña hacia la playa y de ahi al mar y no a la inversa como nosotros estamos acostumbrados. Durante estos dias el viento es muy fuerte. Aqui la poblacion negra ha desaparecido, solo hay mulatos o morenos pero negros ya no se ven y ello se nota tanto en el trato con las gentes, los negros son amabilisimo y conversadores, las gentes de aqui, en cambio, son mas cortos sin por ello perder cordialidad en el trato, como en el andar diario de la ciudad. Nuestro hospedaje esta ubicado sobre la ladera de una de las montañas y desde aquí arriba apreciamos la bahia que esta vestida de una treintena de barcazas amarradas al fondo del mar. Cada mañana salien a la busqueda del sustento principal de este pueblo. Taganga significa <<tierra de serpientes>> pero hoy por hoy viven de la pesca. Si algun desatento cree que el caribe es uniforme en sus playas, en su mar y en la temperatura del agua, se equivoca de medio a medio. Hemos pasado de ese mar soñado de Baru, de esos 35 grados del agua  a una temperatura que ronda los 20 grados en supeficie, aqui. El agua es helada, el agua es un remanso transparente y evoca mas a un lago patagonico que a el mar que todos creemos Caribe. Sin embargo el sol tampoco es tan fuerte y entonces para convencerse de que uno esta en el caribe colombiano debe mirar los nombres de los paradores playeros para salir del embrujo. "Puta, caray, bufa la diablura" Entonces tambien verá que los paradores son llamados "Estaderos", que las señoras gordotas pasan por la playa bien "bacana" o "chevere" vendiendo cocadas, alegrias, dulces de tamarindo, y licuados de maracuyá. Dificil es escapar al vendedeor de masajes, es un tipo que anda de manga larga diciendo que sus masajes, ademas de relajantes son bronceantes pero para que ello suceda, no hay que meterse al mar.

Uno debe ponerse a hacer snorkel para ver la cantidad de coral que hay a la vista, o las plantas marinas que asumen formas moviles con la correntada submarina, hay unas que son como vasijas de barro cortadas al medio y agujeros como la superficie de la luna, tambien pude de el pez flauta (largo uniforme e indistintamente, amarillo todo él como una flauta amarilla), el pez sargento (de unos diez centimetros rayado amarillo y negro) bajar unos cuatro metros y que el agua helada marque el fin de la profundidad permitida por la presion de los oidos, salir a flote y ver que a unos 400 metros de la costa la gente es pequeña y esto esta todo azul por donde se lo mire. Taganga es un encanto en la noche con sus puestecitos de comida al paso, tan al paso que cierran de un dia al otro para volver a abrir o volver a cerrar. Vienen los calamares al ajillo y esto es un festival, no el que esperabamos, pero tanto mas me da.  

2 feb 2012

Crónica desde Isla Barú


Por Nacho Fittipaldi (desde Playa Blanca, Isla Barú, Colombia)
El cielo esta azul y el mar esta azulisimo. La lancha viaja rauda, van 30 minutos de viaje y el Mar Caribe aca esta calmo, mas allá no se ve mas que azul y azul. Cartagena de esto parece no estar al tanto. Dios parece haber gastado mas tinta aqui que en el cielo mismo. Barú esta a 40 minutos de Cartagena, es la isla mas grande de Colombia y pese a ello sólo viven aqui 6 mil personas, en su mayoria nativos. Al llegar a Playa Blanca hay que arrojarse de la lancha al agua porque no hay muelle, la temperatura del agua es ideal, para no querer salir de ahi, las palmeras y otros arboles sobre la playa dan una sombra que redefinen la idea de playa que cualquier argentino tiene. Estar en la playa con sombra es asombroso. Aqui hay luz sólo de noche, no hay agua y nosotros dormiremos en una carpa que alquilamos y para la que no hemos traido ni bolsa de dormir, ni sabana, ni almohada. ¿Creen que eso es una mala idea o un problema? En Playa Blanca no lo es. La temperatura apenas si baja un poco en la noche, no hemos usado abrigo en todo el viaje y dormir a siete metros del mar bajo una pamlera es algo que ni VISA puede pagar. Menos aún, si ademas te atienden Cándido y su mujer, Melvis, dos nativos que nos han cocinado un Lebreche con arroz y patacon (platano aplastado y frito). El pescado entra entero en una olla con aceite que se calienta en un fogon a leña, aqui tampoco hay gas y todo lo calientan en el fuego, al borde de un pantanal que se alimenta del mar que ocasionalmente desborda la altura de la playa sobre la que ahora esta nuestra carpa. Su alegría es contagiosa, su idioma es de compleja interpretación pero finalmente uno se acostumbra y va comprendiendo qué es lo que dicen de manera tan veloz e imbrincada. Asi como tambien hemos comprendido y aceptado comer el Boca chica (boga que importan de Arg insolitamente), la mojarra (cinco veces el tamaño de nuestras mojarritas), ceviche de camaron, calamar al ajillo, arepas de huevo (muy ricas) y de queso (no tanto), bueñuelos de harina de maiz, etc. La gente de aqui vive en casas construidas con restos de madera que van juntando de los arboles que las van dejando caer, la impresion es que todo es de una humildad pavorosa, al ir al baño compruebo lo que suponia. No hay baño, son cuatro pedasos de tela azul abiertos a cielo abierto, no hay ollo don de embocar el chorro del pis ni cadena por tirar, hay una alfombra de moscas y curiosamente menos olor que en el baño de una escuela.  La impresion me impacta, hago seis pasos y el Caribe vuelve a mostrarme la relatividad de las cosas. Entro a nadar. Mi cuerpo es mas liviano aqui, hay mas flotabilidad por la mayor salinidad del agua, meto la mano adelante de mi cabeza y la saco por detras, a la altura de mi rodilla, mi otra mano ingresa al agua y puedo seguir ese recorrido por completo, el agua ademas de calida es transparente, nadar aqui no tiene desperdicio, el mar es calmo y no hay riesgos aparentes. El Mar Caribe es mas salado que el Pacifico y muchisimo mas salado que el Atlantico, tragar un poco de agua es equivalente a tener o ponerse un manojo de sal gruesa en la boca.
Por la noche se arma una conversacion entre Cándido, Melvis, Jairo y dos chicos que durante el dia antienden un puesto de frutas en la playa, parece que no comparten su mirada sobre Pablo Escobar, yo los he llevado ahi, porque me interesa el tema. Escobar ha muerto hace 15 años, pero ellos repiten el esquema de violencia que El Patron ha perjeñado. Luego inician una ronda de chistes, su idioma se torna incomprensible. Ellos tambien nos hacen preguntas, no comprenden la idea de volar en avion durante nueve horas para llegar hasta alli, le temen. Excepto Melvis, no conocen mas alla de Cartagena y viven el dia a dia, cuentan que hace unos meses atras se han quedado aislados en la isla, el mar crecido no permitia el acceso de lanchas y por tierra tampoco se podia acceder. Hay un punto entre el continente y la isla que los distancia solo por 100 metros a traves de un rio que luego cruzaremos en bote. La percepcion de futuro se habrá esfumado de estos nativos, sus relatos son del pasado y del presente, nunca enuncian ninguna frase que haga referencia a ese tiempo sobre el que tanto conjeturamos nosotros.

Por la tarde nos ponemos a tomar mate, Pao me deja solo un momento y yo quedo mirando el infinito mar otra vez complejo y abstraido de todo cuanto percibo, los pelicano se tiran de cabeza al mar con una violencia inusitada. Pasan caminando tres personas que miran como tomo mate, los tres me miran, dos son mujeres, el otro un hombre. Una de las mujeres es bonita, la otra no. Una de ellas pasa y luego regresa, me pregunta si le convido un mate, yo digo que sí. Es una mujer normal que por dos o tres cuestiones se transforma en fea rapidamente. Que de dónde sos, que de dónde venis, que qué locura este mar, bueno gorda por qué no te vas yendo. Le doy el mate, se lo toma y se queda ahi, le doy otro y se queda. Pao llega y le cebo un mate, se arma un triangulo sin que haya tres angulos. De la nada ella sola arma una conversacion que no ira a ninguna parte.
- Hoy me mande una!! -pasa su mano por la cabeza alizandose el cabello y se muerde el labio inferior de la boca- iba caminando por la playa y  me encontre un fruto al pie de un arbol. Y no se por qué, yo nunca hago esas cosas, me lo comí. Y empece a sentirme mal, me empezo a arder toda la garganta y se me hinchó la boca.
- Noooo, que cagada -digo yo; ya va como el octavo mate, y pienso que es una boluda, Pao tambien lo piensa; esta mina acaba de confesarse docente y esta a cargo de un curso, cómo puede ser que en medio de una isla de un pais tropical se coma un fruto sin pensar que se podia morir, de hecho ese fruto produce la muerte, en la isla nadie comprende cómo es que no tuvieron que llevarla a Bogotá de urgencia. Esto lo sabemos porque se lo hemos consultado risueñamente a Cándido quien, al enterarse de lo sucedido agregará, "Si no fuera venenoso ya lo hubiéamos cogido y comido nosotros."
- Sí -dice ella sonriente como si hubiera sacado una torta calentita del horno, y agrega para embarrarla- y me agarró cagadera, empecé a eliminar todo, viste -yo estoy sentado y le cebo un mate a ella, al pasarcelo veo que su bronceado a la altura de la entrepierna se corta abruptamente por un hilo blanco que se sale del lugar de donde deberia estar, bajo la parte de la malla que cubre el pubis, La docente tiene parte de la vagina afuera (Pao dirá: "un pliegue de un rollo", para mi era la concha) y yo absorto le pregunto.
- ¿Y..., conociste el eje cajetero? -en vez de preguntar por el Eje Cafetero, asi se llama a las ciudades productoras de cafe, organizadas tursiticamente al rededor de ello.  Para rematarla, en medio de un silencio grande que Pao y yo diseñamos en señal de que ya queriamos ir cerrando el cónclave que ha durado un termo entero de mate, La docente arremeterá:
- Y Uds no tienen chicos?
- No -dice Pao, otro silencio se inicia.
-Bueno me voy a ir yendo -dice La docente- ¿Cómo son sus nombres?
- Paola -dice Pao-
- Nicolás -digo yo, gorda y la puta que te parió, y se va.

Al fin nosotros quedamos contemplando el atardecer que como todos estos dias, ocurre tras esa hoja alisada que este mar es, los pelicanos siguen con ese vertigo de ritual, ese de arrojarse y sumergir los buches y capturar agua y pescados, y si ahora el agua parece mas caliente que durante el dia no les mentiría, el sol aqui se pone a las 18 hs y ya son las 19.30, yo estoy adentro, jugando con el cielo a que soy un pedacito de felicidad corpórea, corcoveando entre los mortales.