30 nov 2010

¿Cosas que se van?

Por Nacho Fittipaldi
No dan ganas, quizás no haya motivos, de decir que algunas cosas, algunos logros se han ido o estarían por hacerlo. Sin embargo, el asesinato de Mariano Ferreyra y la represión salvaje a la comunidad Toba-Qom en Formosa podrían inscribirse en un plano de cuestionamiento al kirchnerismo que deberíamos defender, no sin antes reflexionar sobre ellas.
A Ferreyra lo mato un tiro absurdo de una patota sindical, no una fuerza policial estatal; pero si en el asesinato del militante del PO existió una zona liberada, un dejar hacer, por parte de la Policía Federal, ¿por qué Aníbal Fernández saldría a encubrirla?, ¿qué sayo le cabría para llevar adelante tamaño esfuerzo, por salvar qué valor? ¿sigue siendo cierto que este gobierno no reprime la protesta social? Sí, es cierto; pero es una verdad a medias. La otra parte de la verdad indica que la policía reprime y mata (o deja de hacerlo) por propia convicción, de manera autónoma y escindida, sin que necesariamente haya detrás de su accionar una vocación política de hacerlo. Esto no quiere decir que Scioli o Insfrán no estén anudados en algún tipo de sentimiento ideológico, entre ellos, y respecto de las policías de las que son responsables. Pero sí podríamos decir que Cristina Fernández no está tan cerca de uno como de otro en esos planos, como se intenta decir por estos días. En algún punto, también los gobernadores son autónomos del poder central. Lo que haga Insfrán en Formosa, nace y muere en los bordes del Pilcomayo y el Bermejo, lo que haga Scioli nace y muere en lo que queda  contorneado por la gran pampa, la General Paz, el Rio de la Plata y el Rió Negro. Y esta sí es la real cuestión a debatir: ¿Por qué no hay aún criterios claros y estratégicos respecto de qué hacer con las bravas policías argentinas  y las nulas políticas de seguridad pública que llevan adelante (o atrás) los distintos gobiernos provinciales, más allá de la autonomía que a cada uno de ellos les corresponde? Esa ausencia de política pública es una afrenta a otras conquistas que sí se han impulsado con lineamientos claros desde el nivel central; la política de derechos humanos, por ejemplo. Entonces ¿dónde empieza y cómo termina la conveniencia de dejar absoluta libertad de criterio en seguridad pública (en este caso sus agencias policiales) sin que ello interfiera negativamente en otras áreas de gobierno en las cuales sí, el kirchnerismo ha marcado muy bien la cancha?
La demora inexplicable del Gobierno Nacional en algún tipo de pronunciamiento condenatorio respecto de lo sucedido en Formosa, es lo suficientemente ominoso como para evitar algún tipo de crítica. En este sentido la pregunta que cabría hacerse es si la sangre derramada por Mariano Ferreyra, los Tobas-Qom y el policía formoseño, son un punto de inflexión a partir del cual podamos decir en voz alta y clara, nuevamente, que sigue siendo cierto que este gobierno no reprime la protesta social y que cuando así no fuera, este gobierno clamará por justicia, verdad y castigo a los culpables. De lo contrario habrá logros, cosas que se irán yendo. El silencio, no siempre es de los inocentes.

1 nov 2010

Adjetivaciones posibles sobre el Servicio Cívico Voluntario (SCV)

Por Nacho Fittipaldi
En relación al SCV debe decirse que es un proyecto que merece varios adjetivos. Primero podríamos decir que es preocupante por los contenidos ideológicos que articula. Segundo, por la representación que se tiene de algunas instituciones estatales y que allí se desnudan con total impunidad, es retrogrado. Gravoso en  tercer orden, en tanto cuenta con media sanción de la Cámara de Senadores de la Nación. 
También podemos decir que es un proyecto que niega a la educación como  derecho garantizado en la constitución, olvida que en el caso de la educación secundaria es de carácter obligatoria. Luego, es deber del Estado generar las condiciones necesarias para asegurar ese derecho y cumplir con esa carga ciudadana. En tal sentido debe decirse que en provincia de Bs.As. el impacto de la Asignación Universal por Hijo ha implicado una incorporación masiva de chicos que estaban fuera del sistema educativo; el incremento en la matricula escolar ha sido de 300 mil alumnos. Habrá quien diga que la estructura actual no da abasto con esa matricula hipertrofiada, pero también debemos señalar que es un problema que el Estado Nacional ha escogido tener, a fin de incluir a todos los pibes en las escuelas con su calendario de vacunación al día. Quienes aún no estén en la escuela deben estar en la escuela y no en una unidad militar aprendiendo oficios. Esa instancia es una instancia absolutamente estigmatizante y discriminadora, ya que  cercena  el derecho de ir a la escuela y consolida el proceso de estratificación de ciudadanías. Es como si se les dijera a quienes son víctimas de la exclusión social: “vos que no vas a la escuela y que nunca vas a poder estudiar, vení que te enseñamos a hacer bulones y mientras tanto el Ejército te disciplina un poco para que no termines en la canaleta de la droga y la delincuencia.” Es un horror político que confunde institucionalización de las desigualdades, con reconocimiento de las diferencias.
Finalmente el SCV reproduce y anuncia el proyecto político que se presentará como alternativa en las elecciones presidenciales de 2011. Allí entrarán en disputa dos proyectos. Uno de ellos -el Kirchnerismo, ahora sin Néstor- representa un proyecto nacional con capacidad y ambición de inclusión social, distribución de la riqueza con equidad y justicia social. El otro -el cobismo alfonsinista y el peronismo disidente-federal- macrista-, un proyecto político para pocos, que como esta propuesta alecciona, garantiza y promete asimetrías sociales y simbólicas; un proyecto político que piensa resolver la problemática de las diferencias con mecanismos de guetizacion. Pero a no equivocarse en las lecturas, enviar a los excluidos del sistema a los cuarteles militares, no parecería ser simplemente un pésimo proyecto de inclusión.
Es bueno que estén desnudos tan pronto.